No les ha pasado que... alguna vez... y por alguna razón... ¿tus cosas se contaminan?
Que todo aquello que solia gustarte, y que creias que podia llegar a serlo, al estar en un estado mental, ya de manera basal, que teoricamente y qué, explicitamente nunca será, y nunca ha sido bueno, tomas eso aquello que te gusta, o escuchas, o hueles, o solo miras, y ya esta, se contaminó, ahora cada vez que vuelves a sentirlo cerca tuyo parece que no lo toleras, lo sientes lejano y por ende, ajeno, ajeno porque ya no te produce más que malos sentimientos, de esos que son indescriptibles, esos pensamientos a los que podría llamar abstractos o solo sentimientos encontrados, aquellos que revueltos no toman ningun sentido por sí solos, porque posiblemente la situación del sentir no seria nada sin el otro, y porque uno solo seria solo sentir...y nunca es malo sentir solo una cosa...Por eso me siento aquí a escribir... cada vez que sucede esto, es necesario aclarar de alguna forma las ideas, quizas no me entiendas, y quizas ni yo misma me entienda, pero en este momento es necesario que las palabras fluyan, que de algo han de servir...
Otra cosa que he descubierto es que los sentimientos abstractos te vuelven vulnerable ¿vulnerable a qué? yo digo, que a cualquier cosa, pero vulnerable en el mal sentido de la palabra, sentido/sentimiento, vulnerable a que lo abtracto llegue a tal punto que ni tu mismo te percatas de lo que puede ser. Y eso es lo otro... perder el control de las cosas, sucede que cuando tienes el poder (mental por sobre todo) de manejar todo lo que haces a tu antojo, la vida se vuelve... digamos que... grata. La vida se pasa rápida, agradable y compacta. Tener el control de lo tuyo (ojo. no de las personas) es la clave para ser feliz, es poder darte cuenta lo segura que eres, y lo capaz que puedes llegar a estar para manejar tu propia vida.
Manejarte...
Una vez se me contaminó ''Medulla'', el estado basal de sentimiento abstracto habia llegado a tal punto que ocurrio lo fatal, nunca más pude escuchar ese disco.
Ahora yo estoy aquí, sentada, con sabor a tabaco mentolado en la boca, con las uñas salpicadas de esmalte de color, y tratando de pensar otras cosas, tratando de no olvidar lo que el pronunciado estado basal te puede hacer olvidar. Por eso y por todo esto, tengo mucho que decir solo me falta abrir la boca...
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